Apuestas que arruinan vidas

En los últimos años, las apuestas en línea desde el celular se convirtieron en una amenaza silenciosa pero creciente, especialmente entre los adolescentes. Plataformas de apuestas deportivas, casinos virtuales y juegos con componentes de azar están al alcance de un clic y sin ningún tipo de control efectivo. Lo que antes requería edad, dinero físico y presencia en un espacio determinado, hoy se reduce a una app descargada en segundos y una tarjeta de débito conectada.
Muchos chicos y chicas comienzan “jugando por diversión” o imitando a influencers que promocionan casas de apuestas. Pero la ilusión de ganar rápido se transforma rápidamente en un círculo vicioso: apuestan, pierden, vuelven a intentarlo para “recuperar”, y en ese intento lo pierden todo. Las consecuencias no se hacen esperar: deudas en nombre de sus padres, robo de tarjetas o dinero familiar, bajo rendimiento escolar, aislamiento, ansiedad y hasta episodios de violencia verbal o emocional.
El impacto económico también es profundo. Muchas familias descubren el problema cuando ya hay pérdidas significativas de dinero. Padres desconcertados intentan entender cómo un chico de 13, 15 o 17 años puede haber apostado cifras importantes sin que nadie se lo impida. La falta de controles reales y la publicidad dirigida a los jóvenes son factores clave. Mientras tanto, especialistas en salud mental alertan: la ludopatía adolescente avanza en silencio y sin contención.
Es urgente hablar del tema en casa, en las escuelas, y en la sociedad. Prevenir es clave: más diálogo, límites claros en el uso del celular y, sobre todo, saber que no se trata de un simple “juego”. Detrás de cada pantalla, puede esconderse una adicción con consecuencias reales.

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